El 13 de Mayo de 1917 y en los siguientes 5 meses, todos los días 13, la Santísima Virgen María se le apareció a tres pastorcitos: Lucía, Jacinta y Francisco en la Cova de Iría, cerca de Fátima, Portugal. Les dió tres secretos los cuales debían ser dados a conocer completamente a más tardar en el año 1960.
“En esos secretos, la Virgen de Fátima les reveló a los tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta, la visión del infierno; hizo referencia al término inminente de la Primera Guerra Mundial; o al estallido de otra conflagración aún peor si la humanidad no retornaba a Dios, como sin duda fue la Segunda Guerra Mundial”
Algunas palabras de la Ssma. Virgen fueron:
- “Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí para adornar su Trono.”
- “Orad, orad mucho y haced sacrificios por los pecadores. Son muchas almas que van al infierno porque no hay quién se sacrifique y ruegue por ellas”.
- “Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: “Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”.
Hoy nuestra Madre con su Amor Materno nos guia y es la intercesora de todos los hombres, si se lo solicitan.
Pide en todas sus apariciones que oremos el Santo Rosario , que no lo recitemos y continúa insistiendo en que oremos el Santo Rosario. Nos pide que lo hagamos con devoción y recogimiento y que en cada Misterio nos detengamos y lo ofrezcamos por toda la Iglesia, por toda la humanidad, por todos aquellos que niegan a Dios, por la conversión de los pecadores. Que oremos por los que no aman ni esperan a Su Hijo Jesús y para no sucumbir ante los engaños del mal.
Los invitamos a rezar todos los días, el Santo Rosario, como lo pidió nuestra Madre.
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