Sus casas de piedra presentan una rústica y típica disposición,y están agrupadas sobre una loma de 497 metros de altitud. En la montaña Cántabra, sin tren, sin carretera, sin teléfono. Actualmente tiene fácil acceso ya que la carretera llega hasta el mismo pueblo .
El pueblo se convirtió en un punto de peregrinaje para muchos creyentes católicos y miembros de otras confesiones, aunque la posición oficial de la Iglesia respecto de los acontecimientos ha determinado que las apariciones no tienen validez en cuanto a su condición sobrenatural. No obstante, algunos de los mensajes de la Virgen advertían sobre el mal comportamiento de sacerdotes, posible causa de la negativa de la Iglesia a reconocer estos hechos.
Debido a la remota localización de la aldea y las dificultades de acceso, Garabandal mantiene casi el mismo aspecto que tenía en los años sesenta y no ha sufrido las transformaciones producto del interés turístico como en otros lugares.