Desde siempre la Iglesia ha rezado por los fieles difuntos o almas del Purgatorio,ya que no pueden hacer nada por ellos mismos, pero si pueden recibir las oraciones por sus almas para que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras les aprovechen y lleguen pronto a unirse con Dios en el cielo.
Recemos más por los difuntos. Ofrezcamos por ellos misas, comuniones, ayudas a los pobres y otras buenas obras. Los muertos rezan y obtienen favores por quienes rezan por ellos .
La Misa es la mejor ofrenda que podemos hacer a las almas que aun esperan en el Purgatorio, ya que nuestra fe activa acorta su purificación y acelera su entrada al Reino de Dios.
No perdamos esta gran oportunidad, hagamos algo excepcional por las almas del purgatorio, Dios espera nuestra respuesta.
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