"...La gente nos dijo que en los pinos habíamos recitado un Credo (esta fue la primera vez que la Virgen nos enseñaba a rezar) y que después habíamos descendido hacia el pueblo en el mismo estado.
La misma Mari Cruz decía que la Virgen iba rezando delante, para enseñarla a rezar despacio, muy bien.
Después del Credo, Mari Cruz dijo la Salve e hizo el signo de la Cruz lentamente y muy bien, y hablando con la Santísima Virgen, ella exclamaba:
—¡Hay, qué bien que vino el Niño Jesús! ¡Cuánto hacía que no venía!. ¿Por qué tardaste tanto en venir conmigo y con las otras tres vienes más?
Esto se lo escuchamos varias personas que estuvimos junto a ella..."
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