Hace muchos años, cincuenta ocho de su primera aparición, la Santísima Virgen del Carmen se manifestó, a cuatro niñas, en San Sebastián de Garabandal.
Ella, trajo enseñanzas, para transmitirlas a toda la humanidad. Nos enseñó, con su ejemplo y con las recomendaciones a las niñas, como debe ser el trato entre padres e hijos y también con el resto de las personas.Tenemos que ser muy buenos, dijo. También nos enseñó a rezar, de manera pausada y poniendo el corazón: el Santo Rosario. Nos advirtió, que hay muchos sacerdotes, obispos y cardenales que van por el camino equivocado, llevando consigo a muchas almas al infierno. Nos pidió, que no dejemos olvidado a su Hijo, en los tabernáculos de todo el mundo, que le visitemos más a menudo. Que no le damos la importancia que merece a la Eucaristía. Pidió que hagamos muchos sacrificios y penitencias. Nos advirtió, sobre el castigo que nos vendrá desde el Cielo, sino cambiamos.
Dió muestras de su real presencia en Garabandal, a través de las manifestaciones de las niñas, durante los éxtasis, en cuanto a las posturas, al peso de sus cuerpos, la velocidad al desplazarse, y ni qué hablar, de la entrega de los objetos besados por ella, a cada persona sin equivocarse...
Pero a pesar de todo lo visto, vivido, manifestado, dado a conocer por medio de los testimonios y de las pruebas por las que pasaron las niñas, muy pocas personas les creyeron.
Por esa actitud incrédula, de tanta gente de
iglesia y otra gente importante, médicos, periodistas, por la dureza de los corazones, nuestra Madre dejó de venir a la montaña.
¿Querrá volver nuestra Madre a Garabandal?
¿La aceptará y reconocerá la Iglesia?
Si todos rezamos por esta intención, Nuestra Santísima Virgen del Carmen de Garabandal, volverá a manifestarse... Roguemos a Dios todopoderoso y en nombre de Jesucristo Nuestro Señor, que así sea. Todo para Gloria de Dios.
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