El Señor,,se arrodilló y comenzó a lavarle los pies a sus discípulos, Comenzó con un acto de Humildad y de Amor. Tomando la actitud de un sirviente.
Esto nos enseña, que antes de recibirle en la Eucaristía, debemos humillarnos y pedirle perdón hasta de lo que no nos acordamos .Por eso cada Eucaristía, comienza con un acto de arrepentimiento, es el momento para preparar tu alma, procuremos no distraernos...
Después, el Señor, se sentó a la mesa y en aquella habitación ,se celebró la PRIMERA EUCARISTÍA y dió poder a los apóstoles, para que en el futuro también pudieran hacerlo. instaurando así el SACERDOCIO
Es tan grande su amor, que se humilla ante nosotros, entregándose Él mismo, en cada Eucaristía.
¿Hay algo más grande, más importante, que tengamos que hacer durante el día, que no sea acudir al Santo Sacrificio de la Misa?

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