El mes de octubre es dedicado al Santo Rosario. En Garabandal la Santísima Virgen les enseñó a las niñas a rezarlo. de forma pausada, pensando lo que se dice y desde el corazón, con devoción. Ella misma rezaba con las niñas para que lo aprendan a decir bien.
Decían ellas: «Debemos pensar en lo que rezamos; rezar es hablar con Dios y la Virgen. Cuando decimos el Padrenuestro o el Avemaría estamos hablando con Dios y con la Virgen, y hay que decirlo como cuando hablamos con una persona a quien amamos mucho, despacio y con corazón». Este «con corazón» es muy importante. Viene a decir que nos esforcemos en poner atención a lo que rezamos, a quién nos dirigimos. Puede ser que alguna vez lo recemos distraídos y que se mueven nuestros labios pero nuestra mente y corazón están en otra parte, pero debemos intentar que la mayoría de la veces no sea así. Hoy más que nunca debemos rezar esta oración.
Fue un 18 de agosto cuando la Virgen enseñó a las niñas a rezar todo el rosario. Nuestra Señora señalaba la necesidad de pensar acerca de las palabras que se rezan más que la cantidad de palabras que se decían."La Virgen nos enseñó a rezar la letanía, y los misterios del rosario que no los sabíamos. Ella sólo rezaba el gloria; si empezó con los otros rezos, fue para enseñarnos."
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